Este filme del director Mijaíl Kalatozov, contiene un magistral manejo de la cámara. Empleando un buen equipo en la producción de la película, este director soviético desborda su trabajo creando en el espectador un gran asombro al contemplar planos secuencia en una sola toma, donde Kalatozov maneja pocos cortes, valiéndose de la cámara como ese testigo que está registrando desde los mejores puntos estratégicos para que no pierda detalle de lo que observa.
Una vez finalizada la Revolución Cubana, se le pide a la URSS apoyo audiovisual para dar a conocer el Cuba del momento, que ha triunfado tras derrocar al dictador Fulgencio Batista. La Unión Soviética no duda en apoyar y le comisiona a este gran maestro la dirección de la película. Resultando este trabajo. La película había permanecido oculta. Martín Scorsese al darse cuenta de su existencia y ver lo magistral que era, la rescató.
Uno de los planos que asombra es el de los primeros minutos donde se describe a Cuba. En lugar de hacer el relato de lo que sucede, en esta ocasión prefiero que los lectores admiren la ubicación de la cámara y cómo se maneja de un lado a otro, de arriba a abajo sin ningún corte, hasta sumergirse incluso en el agua de la alberca.
Además este otro plano que testifica el funeral y la procesión, aunque de igual manera asombra cómo es que la cámara sube y se desplaza sin ningún corte, pasando por la fábrica de la cigarrera y regresando por los aires de la avenida.
Espero les guste.
Excelente trabajo realizado por Mijaíl Kalatozov sin duda y mas que para esa epoca hasta meter camara en la piscina si tuvo que ser sorprendente
ResponderBorrarClaro, fue el boom para los cubanos la industria cinematográfica. La manera del manejo de cámara es espectacular.
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