(EUA-China, 2014)
Dirige: Michael Bay
Actúan: Mark Wahlberg, Nicola Peltz, Jack Reynor, Stanley
Tucci
Guión: Ehren Kruger
Fotografía: Amir Mokri
Duración: 165 min??????????
Michael Bay explota una fórmula que ya no tiene de dónde
sacar recursos, y es que, ni siquiera siguiendo la lógica de los Transformers
esta película tiene algún sentido de continuidad.
Algo que se agradece es el cambio de reparto, porque los
padres de Shia LaBeouf y él mismo ya olían a algo añejo, aunque eso no quita
los malos chistes de la película. También nos quitan finalmente la inútil
aparición del ejército estadounidense como propaganda bélica.
Hablando de propaganda, la película se convierte en una
pasarela de anuncios impresionante, presentados de manera constante y chocante
(incluso marcas que merecían mi respeto, Armani, Tom Ford) y claro los nuevos
modelos de Chevrolet y otras marcas, ahora sí de alto calibre (Bugatti, Pagani,
RR).
La película se "transforma" continuamente y da
paso a una sucesión de sketches sin pies
ni cabeza, y trata de pegar mini historias sin ningún éxito.
En cada película hay "supuestamente" más rastros
sobre los orígenes de los Transformers, cada vez más inverosímiles; primero en
el antiguo Egipto y ahora nos remontan hasta los finales del cretácico,
desplazando al ya tan querido Meteorito de Chicxulub como protagonista de la
verdadera era de extinción.
¿Realmente hacia falta reencarnar a Megatrón y a sus
Decepticons artificiales? Bien se pudo crear una nueva lucha con otros
alienígenas de la misma naturaleza, como el representado por ese mercenario
elegantemente vestido en un sensual Lamborghini Aventador.
Sin duda; lo rescatable son los efectos especiales (que no
las batallas) y los minúsculos shorts de
Nicola Peltz.
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